Soledad… frustración… melancolía… miedo… impotencia… un cúmulo de sentimientos guiados por una ruta que te llevan al lugar donde empezó todo. Un camino indiferente lleno de losas y más losas por el que intercede el crudo asfalto… en ese camino ves eso… más y más losas, porque de qué vale levantar la cabeza si con ello te encuentras la realidad, esa realidad que tanto odiabas pero que ahí estaba y te saca de lo más profundo de tus sueños para caer en el más temible de los abismos. Gente, gente. Caras, caras que te miran, que te hablan, pero no dicen nada. Semáforos en verde, semáforos en rojo… ¡qué poco importa! nada puede pararte… ese es tu camino, debes seguirlo, sabes cuál es el destino pero no el recorrido. Un recorrido incesante lleno de preguntas pero carente de respuestas, lleno de incertidumbres que quedarán en el olvido con el paso del tiempo, del dolor y de la rabia.
De qué vale luchar… al final siempre ocurrirá lo mismo.
Andrew Jones
Qué bonito!! y qué gran verdad :)
ResponderEliminarBesitos
The Sky