Mi vida no es perfecta, lo sé. Tampoco es duradera ni magnífica y, probablemente, no pueda enumerar una sola cualidad positiva de ella… Pero ahora estoy seguro de algo. Quiero ser feliz.
A partir de hoy me dedicaré a sonreír ante los problemas y a darles la espalda a los malos recuerdos. Evitaré a las personas que me odien y amaré a todo el mundo aunque me hiera a mí mismo con ello, porque no quiero dolor ni rencor en mi vida. Controlaré mis emociones para que no me derroten en un instante de flaqueza. Aferraré en mi corazón a mis amigos y los llevaré conmigo hasta el día de mi muerte, porque con ellos he aprendido todo lo que sé. Continuaré estimando a mis padres, por hacer de mí lo que soy y lo que siempre seré. Agradeceré con satisfacción cualquier apoyo y devolveré al mundo toda la caridad que me dé.
Andrew Jones
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